He tenido la suerte de poder asistir a un coloquio sobre esta película, para su presentación en dvd. Allí estaba el director Javier Rebollo y el actor José Sacristán. Ha sido muy divertido y es un placer ver como un actor tan reconocido sea tan cercano y amistoso, incluso al final se lanzó a cantar la canción del analgésico Okal, que también la canta en la cinta y pude hablar con él sobre su pueblo Chinchon y hacerme alguna foto.
La película me ha gustado, aunque es desconcertante, primero esa voz en off constante y plana que sorprende y hasta chirría, lo curioso es que luego la coges cariño y estas deseando que se escuche aunque se abusa demasiado de este recurso.