Comienzo esta nueva sección para contar mis anécdotas haciendo
cortometrajes por tierras segovianas.
Y voy a empezar con un corto que hice de ciencia ficción. Para
ponernos en situación todo comenzó porque llegó a mis manos un guión que había
escrito el hermano de una amiga, lo leí y me encantó me pareció buenísimo.
Así que yo super ilusionado empecé a moverme. Por aquel
entonces hacía cortos a nivel de aficionado, es decir, con mi video cámara domestica
y me juntaba con otros amigos que también les gustaba el asunto.
PROBLEMA 1: En una
de las escenas había que quemar un pueblo futurista y además este debería verse
en otras escenas, también tenía que salir una nave espacial aterrizando y
haciendo algunos vuelos.
SOLUCIÓN: El que
escribió el guión que vamos a llamarle “Sr.X”, me comenta que tiene un amigo
que es maquetista, que llamaremos “Sr.Y” que seguro que puede hacernos las
maquetas del pueblo y de la nave.
Entrevista con el “Sr.Y”:
El “Sr. Y” me dice una vez leído el guión, que lo tiene todo controlado. Por
un lado sobre el tema de la nave espacial dice que tiene una hecha en casa y tuneándola
un poco nos valdría. Y sobre la maqueta del pueblo, que va a ir a una
pescadería para que le den una plancha de corcho gruesa y sobre ella hacer el
pueblo.
Un amigo nos dejaba para hacer interiores un garaje de doble
planta, así que el “Sr.Y” se instaló con su plancha gigante en la parte
inferior.
De momento dejemos este tema ya continuaré.
PROBLEMA 2: En
una escena unos hombres del espacio aterrizaban en un planeta y salían bajando
por una montaña.
En relación a esto primero tengo que hablar de los vestuarios,
después de volvernos un poco locos se componían de:
1.
Poncho del todo a 100 pts.
2.
Al poncho se le pegó una pegatina con un símbolo
extraño para darle un poco de entidad al asunto, era la leche de cutre. Además
como los personajes deberían de parecer mayores íbamos de polvo de talco en el
pelo hasta las trancas.
Sobre la bajada de la montaña:
1.
Tuvimos que ir hasta tres días diferentes para
rodar la escenita, porque no se de donde cojones aparecían mogollón de ovejas y claro hombres
del espacio entre ovejas no cuela.
2.
Cuando ya conseguimos librarnos de las ovejas. Comenzamos
la escena de la bajada, para ello pensé que podía quedar bien grabar un plano
de la bajada desde el otro lado de la montaña, así a lo lejos podía quedar
curioso ver que bajaban dos hombres del espacio. Pues bien la persona que
grababa no nos oía, así que mediante gestos comenzábamos a bajar, yo resbalé
porque entre otras cosas llevaba unas botas de militar de no sé que nº, pero no
era el mió, vamos que no sabía donde llevaba el pie.
No se me ocurrió otra cosa que pensar que el resbalón quedaría realista, así
que decidí dar unas vueltas de campana adicionales.
Cuando llegamos al otro lado de la montaña para ver la toma…ahhhhhh
Se veían a lo lejos dos pequeñas figuras, con una especie de plásticos de
color naranja butano revolviéndose entre ellas, como si fuesen capas que subían
y bajaban según la brisa. Aparte el revolcón apenas se apreciaba y provocaba
risa.
Posteriormente había un dialogo entre estos hombres del espacio que fue
un caos, los ponchos se movían constantemente, además cuando oíamos el sonido, era
asqueroso se oía como si estuviesen friendo chuletas, los jodidos pochos hacían
un ruido de narices.
SOLUCION 2:
Pillar los ponchos con los pantalones que llevamos para que
se moviesen lo menos posible.
Esconder el micro debajo del sobaco para que tampoco se
moviese porque se oía mucho ruido.
Ser como estatuas y movernos lo justito.
Por cierto desde entonces aborrezco el talco, además apenas
se notaba.
Vuelvo al “Sr.Y” y
sus maquetas:
El corto avanzaba pero la maqueta????. Resumen de lo
ocurrido:
1.
El “Sr. Y” era contemplativo, es decir se tiraba
días y días mirando la plancha de la pescadería, después de unos dos meses lo
único que había hecho era un gran agujero, donde supuestamente iba el pueblo y
un pequeño lago, que parecía un pedazo de chicle azul estirado.
2.
Le metí un poquito de presión y conseguí que
pusiese una especie de iluminación que el tío monto con los plásticos de los
huevos kínder…surrealista.
3.
Otra día trajo unos flanes los puso al revés y
los pintó y dijo ya coge forma el pueblo…que huevos. A esto le tuve que
comentar que cada casa/flan era más grande que el lago. Pensé que el tema de la
perspectiva después de tanto contemplar lo tenía dominado pero al parecer no
era así.
4.
Aquello parecía un juguete gigante hecho por un
crío y además no había relieves aparte del agujero ese que hizo.
Solución: Me chino y decido ponerme a hacer la maqueta con
el “Sr.Y”:
1.
Llevamos arena para que hubiese relieves.
2.
El “Sr. Y” trae canutos de encuadernar porque
dice que así hay más interrelación entre las casas/flanes, yo ya llegado a este
punto hasta me gustaba la idea.
3.
A aquello que ya no se como llamarlo, porque
daban ganas de tirarlo le faltaba vida, parecía un pueblo abandonado y
desproporcionado, el lago cada vez quedaba más ridículo.
Sobre el “Sr. Y” y la
nave espacial:
Llegó el día que el “Sr. Y” tenía que traer la nave. Pues
bien el tío trajo el “Halcón milenario” de Star Wars, posiblemente la nave más
conocida, no me lo podía creer. Me dijo no se va a notar que es conocida porque
la voy a hacer unas quemaduras y ya verás.
Bueno los detalles dan para más pero me voy al final:
1.
El corto se terminó, las escenas de la nave
espacial aterrizando se hicieron con un secador apuntando a la arena mientras
asomaba el Halcón milenario. Los vuelos del Halcón milenario, se hicieron cogiéndolo
la nave con la mano y haciéndola entrar
y salir de un primer plano rápido.
2.
La maqueta se terminó y se utilizó para poquísimos
planos porque no había por donde cogerla, en una de las escenas se incendiaba
el pueblo y llenamos la maqueta de cerillas, la caña de España.
3.
Hubo una escena que el protagonista con una
antorcha en la mano iba a quemar el pueblo, casi prendemos un campo porque
hicimos una antorcha con un palo y un trapo y la llenamos de alcohol. Menos mal
que pudimos apagarla en un charco.
El “Sr Y” comentó que en el último plano podíamos poner una
pequeña dedicatoria a un escritor que le gustaba mucho Ray Bradbury era algo
así como “A Ray Bradbury cuyo tratamiento de los mundos futuros era más humano
que científico”.
El corto se envíó a varios festivales en donde uno de los
requisitos era que el guión fuese original…pues bien viendo un día el corto con
un amigo me dice que esta historia ya la conocía…
Efectivamente la historia estaba copiada de una parte de Crónicas
Marcianas de Ray Bradbury.
Moraleja nunca hay que hacer un corto con un “Sr. X” y un “Sr.Y”
y hay que tener muy controlados a los halcones milenarios y a las ovejas.
Post relacionado:
The end
Pista secreta Escena 3: “UN HORRIBLE DESPERTAR EN LA MANSIÓN NORTON”
Elige uno de estos 3 caminos:
1. Si quieres saber de quien sospecha la policía utiliza la clave secreta: Rosebud
2. Si quieres saber los detalles sobre el asesinato del Sr. Norton utiliza la clave secreta: Garret
3. Si quieres oir los interrogatorios de alguno de los protagonistas que ya ha realizado el jefe de policía “No se me escapa una”utiliza la clave secreta: Retrovisor
(Cuando hayas entrado en uno de estos caminos si quieres puedes investigar también los otros dos restantes)
XDD
ResponderEliminarPor favor, queremos ver el resultado de este maravilloso despropósito digno de Ed Wood.
Saludos!
He
Muy bueno! Me gustan mas las entradas de experiencias personales! Pero solo un apunte, no fue un amigo el que descubrio que era de Bradbury, fue mi madre! Lo recuerdo perfectamente en el columpio de pino alto...
ResponderEliminarEfectivamente me sentí como Ed Wood, en un momento de debilidad enseñaré algo.Por cierto que buena película la que hizo Tim Burton sobre Ed wood, mejor que las del propio Ed Wood.
ResponderEliminarEs cierto fue tu madre...
ResponderEliminarjajajaja... muy chulo este post. Gema
ResponderEliminarEl cualquier momento pongo un trozito...
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